lunes, 7 de diciembre de 2009

San Millán

Después de una noche muy entretenida en el albergue de Pradoluengo nos dirigimos a Santa Cruz del Valle Urbión. El día se había levantado nublado, casi tan cansino como nosotros.

De Demanda.San Millán


Empezamos a remontar el valle y pronto nos internamos en frondosos bosques de hayas
disfrazados de otoño.

De Demanda.San Millán


Más arriba el bosque cede el paso a los prados y canchales. Nosotros vamos superando terrazas de origen glaciar que, poco a poco, nos llevan a la cumbre del San Millán (2.131 m), techo de la provincia de Burgos.

De Demanda.San Millán


La cumbre es una metáfora de nuestro estado de animo: nublada y fría. La ascensión a través de hayedos ha sido un paseo estupendo pero la última subida a la cumbre se convierte en un acto de coleccionismo poco usual en nosotros: Hemos venido a subir al San Millán y lo hemos subido, pese a no haber dormido y aunque desde la cumbre no seamos capaces de ver más allá de 10 metros... Un nombre a tachar de una lista.

La bajada sigue por el mismo camino. Las piernas cada vez pesan más pero la cercanía al coche nos animan. Terminamos ruta temprano, no tenemos ganas de estirarla mucho más, solo queremos buscar un lugar para pasar la noche y, por fin, dormir.

De Demanda.San Millán

1 comentario:

Sandra dijo...

Aunque desde la cumbre no vimos nada, el paseo mereció la pena, los bosques de hayas en otoño son siempre un paseo agradable. La pena fué volver tan pronto al albergue y no poder disfrutar mejor esos paisajes, pero según se había presentado la noche, sinceramente no pensé que fuesemos a llegar a la cumbre aquel día! Pero bueno, nunca hay que subestimar lo dura que puede tener la cabeza una Cabrita!! ;-)